El rapé o rume reshke es una medicina ancestral usada desde tiempos inmemoriales por algunas culturas de Sudamérica, aunque en la actualidad ha trascendido las fronteras y hoy en día se “consagra” en diversas partes del mundo de diferentes formas. El rapé originario se elabora a partir de tabaco y cenizas de árboles medicinales. La alquimia resultante es un polvo fino que se sopla por las fosas nasales con instrumentos llamados kuripe (auto-soplador) y Tepi (soplador). Su presencia y fuerza la colocan entre las medicinas más relevantes de la selva amazónica, especialmente entre las culturas del tronco lingüístico pano que habitan el territorio que hoy le corresponde a Brasil. De este modo los pueblos Huni Kuin, Yawanawa, Katukina, Ashanika, entre otros, consagran la medicina en sus rituales y en la vida cotidiana. Su espíritu encarna la fuerza del Sol… El tabaco constituye una planta sagrada y central en las cosmovisiones originarias de América. Desde lakotas, mexicas, mayas hasta los pueblos andinos y amazónicos la utilizaban en la elaboración de sus medicinas; además es rezada y utilizada en rituales desde hace milenios: su humo representa la niebla originaria que existía en los tiempos de la creación del mundo, en el cual los dioses se reunieron para crear la Tierra y los seres que la habitan. Fumar el tabaco conecta a los Aj q´ij o Pajes con el momento de la quietud originaria, de donde todo proviene… Podemos discernir entonces que la fuerza del tabaco y su presencia acompañando los procesos humanos en América se remonta a tiempos anteriores a la creación del mundo. Con el tabaco se abren las ceremonias de fuego entre los mayas y se puede averiguar por medio del humo la vitalidad del bebe durante el embarazo, su sexo, posicion, etc. Entre los Huni Kuin del Amazonas se consagra con aplicadores en forma de rapé y es utilizado ceremonialmente como un medio para aliviar las tensiones corporales, mentales y atenuar los padecimientos kármicos. Es una medicina muy poderosa y respetada.
Por otro lado, la ceniza se obtiene de árboles medicinales, especialmente los de madera dura que puedan facilitar su proceso de “cocción”. Habitualmente en el sur de Brasil se utiliza Pau Pereira o Tsunu, Cumaru, Samauma y Canela de Velho, entre muchos otros. Cada árbol tiene propiedades medicinales que se traspasan a la medicina, por lo cual se utiliza un rape diferente para cada dolencia o humor, aunque todos tienen la propiedad de calmar los pensamientos y traer la mente a la tierra.
Es, además, una medicina de fuego ya que es utilizado para la cocción de la ceniza y para elaborar el tabaco. Los pensamientos espontáneos son barridos por su fuerza y sobreviene un estado de calma y paz que nos interna en un estado meditativo. Es prudente resaltar que las medicinas indígenas tienen un carácter que se asienta sobre su cosmovisión, que puntualmente refleja la forma que tienen de relacionarse con la naturaleza y de emprender cualquier tipo de sanación. La “cura” como le llama el indio es un proceso por el cual se expulsan del cuerpo las energías negativas para dejar limpio el sistema y los canales energéticos o nadis. Con una dosis fuerte de rapé pueden sobrevenir vómitos, sudoración profusa, mareos, presión baja y/o ganas de evacuar los intestinos.
En la Medicina tradicional amazónica, el plano físico y el espiritual están profundamente interrelacionados y constituyen dimensiones que, en esencia, conforman la realidad. La sanación se produce más allá del cuerpo y la mente, ya que se entiende al Ser como parte de una comunidad. Las plantas maestras permiten el acceso a ese mundo astral. Por ende, para comprender estas formas arcaicas del éxtasis debemos asimilar la cultura de la cual emerge como forma natural de convivir sanamente y en armonía con la naturaleza. La esencia espiritual de este tipo de curación está ligada a los territorios reales a los que accede el Paje utilizando las plantas maestras; así se interpela al Ser en todas sus dimensiones: alinea e integra al individuo con la comunidad, el ecosistema y su territorio. Desde lo más profundo de la cosmovisión amazónica nace el concepto de auto-sanación para cambiar los valores establecidos, los arquetipos inconscientes, las ataduras mentales, los vicios y los esquemas pre-establecidos de comportamiento; en donde el trabajo físico y espiritual son tomados como una unidad indivisible logrando el camino hacia la paz mental, la fuente de todo bienestar. Este tipo de medicinas alternativas logran transformar la conciencia “normal” en conciencia “astral”, constituyendo una vivencia personal que evoca una experiencia de muerte y renacer. Una de las características fundamentales de este tipo de reconexión es la comunión entre realidad y sueño, entre materia y espíritu, una síntesis de lo cotidiano y el evento inexplicable. Las plantas hacen emprender al Sanador un viaje al reino de lo invisible, en el que la causalidad del mundo ordinario se transforma en el fundamento de la magia natural. En este universo simbólico, el lenguaje, las ideas y el sentido tienen un poder mayor que la causa y el efecto. En el seno del espacio mental del Chamán, las conexiones ordinarias del mundo y lo que denominamos “leyes naturales” no tienen relevancia. De ese modo consigue ingresar en un universo oculto a aquellos que habitan la realidad ordinaria; insisten en la existencia de un Otro inteligente en algún lugar de una dimensión cercana.
En este sentido es el acto creativo que permite al ser humano elaborar cultura a base de reorientar conscientemente las estrategias adaptativas por el proceso universal de pensarse a sí misma, y, no hay que olvidarlo, la mente se piensa a sí misma, habitualmente en forma de “conciencia dialógica”. Este concepto revela que nuestra mente está conformada por muchos “personajes” que interactúan y se contradicen, y que existe una función superior de la mente que tiene la capacidad de “observarse a sí misma”. Las plantas maestras son propulsores de ese dialogismo como forma de consciencia despierta, con lo cual facilita que estos personajes lleguen a acuerdos o aceptaciones mutuas. Este proceso desemboca en una mejor y más armónica adaptación al medio cambiante y al seno de la propia comunidad en la que se habita. Cuando comenzamos un camino que tiene por objetivo “integrar” los diferentes personajes se abre todo un abanico de posibilidades de bienestar y armonía ya que las tensiones psíquicas van cediendo para dar espacio a la claridad mental y a la escucha consciente, que constituyen pilares fundamentales de este sistema tradicional de curación. Y no es menor la importancia de la experiencia onírica como mecanismo homeostático de las comunidades. El terreno de los sueños constituye un espacio de sanación por sí mismo en las culturas originarias.
Para la consagración es imperante encontrar mi espacio, respirar, consagrarla en silencio y en paz para detener los pensamientos, relajar mi cuerpo y entregarme a un profundo viaje de autoconocimiento y percepción. El rapé es una medicina muy especial que nos permite conectar con el aquí y ahora, sentir la tierra, el cuerpo, la respiración y lograr por un rato la des-identificación con nuestros pensamientos La medicina es un regalo y su consagración un momento de pura conexión interna. Es muy saludable entregarnos en una intención, para que ese momento tenga una dirección y un espíritu, una fuerza y una energía que se encaucen hacia su lugar.
¿Escuchas el llamado? Hay algo en tu interior que está buscando respuestas, lo sentis bien adentro, se mueve, hace latir más fuerte tu corazón… o no? Eso que estás sintiendo es el llamado a conectar con los ciclos naturales, con sus elementos: a sentir sus aguas moverse, el viento soplar, el fuego arder y trasmutar y la tierra respirar profundo. Cada vez la tierra ruge más fuerte, se expresa y se mueve… Nos enseña y nos instruye para transitar el camino y a encontrar nuestro propósito y misión. Sus medicinas, las de la Tierra, son las llaves para abrir nuestra conciencia, para descubrir el secreto del “presente”, para encontrarnos y descubrir el ser verdadero y esencial que vive en cada uno de nosotros. Cuando descubrimos que el poder ya reside en nosotros, que no hay que buscar afuera, que la verdad está en mi interior… Ahí es cuando comienza un camino de autoconocimiento y transformación.
Los beneficios del rapé son múltiples:
🌿Logra una conexión directa con la Tierra y acompaña al espíritu a habitar el presente aquí y ahora
🌿Limpia la mente y barre con los pensamientos espontáneos
🌿Recalibra y armoniza las energías del cuerpo
🌿Limpia los nadis, los canales energéticos del cuerpo
🌿Ayuda a disminuir las alergias y la sinusitis
🌿Acompaña y ayuda atravesar procesos emocionales
Salve Yoshibu!!